Era yo por ese entonces tan jóven y tan curioso
que el enigma femenino se me dió por develar
por muchos lados anduve y al final pude lograr
que me llevaran de farra para dejar de ser mozo
El maestro fue mi tío que me llevó a un burdel
donde mujeres se hallaban listas para la fiesta
fue recuerdo un día lunes a la hora de la siesta
y él jamás había estado en horario como aquel
Me preparó verbalmente antes de la contienda
con un látex empacado y palmadas a la espalda
me vinieron a buscar y me fuí tras de una falda
hacia una puerta roja donde haría mi merienda
Al entrar en la penumbra, sobre sábanas de lino
una fémina me hablaba con voz que yo conocía
pero hasta último instante no supe que era mi tía
y ella tampoco vió ¡Qué el próximo era el sobrino!
miércoles, 7 de julio de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Muy bueno Fobio como todo lo que escribes.
ResponderEliminarSaludos
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarGracias, amigo Wenceslao. Es una alegria para mi haberte podido entretener un poco. Saludos,
ResponderEliminarJose